El dinero de las cuentas abandonadas se destinará a personas con discapacidad

11/07/2015

El Real Patronato sobre Discapacidad gestionará las ayudas directas a los beneficiarios.

Logo Real Patronato Sobre Discapacidad

Según se ha publicado en el BOE el 10 de julio, el dinero de las cuentas bancarias abandonadas se destinará a partir de ahora a programas de formación para personas con discapacidad. 

La Ley 18/2015, de 9 de julio, por la que se modifica la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre reutilización de la información del sector público, establece que los saldos de las cuentas consideradas legalmente como abandonadas se dediquen a la financiación de programas de formación dirigidos a personas con discapacidad.

Hasta ahora los saldos de estas cuentas abandonadas - aquellas en las que sus titulares no hayan realizado ninguna gestión durante un plazo de 20 años - se ingresaban en el Tesoro Público, constituyendo un ingreso más de la Administración General del Estado sin finalidad concreta.

Este cambio entró en vigor el 11 de julio y aumentará las ayudas directas a los beneficiarios, que se gestionarán a través del Real Patronato sobre Discapacidad. Según fuentes del ministerio, en 2015 Hacienda suma 7,9 millones de euros en cuentas abandonadas.

Las herencias, para fines sociales

Además,  una modificación del Código Civil, contenida en la recientemente aprobada Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria,  fija que las dos terceras partes del importe de las herencias a favor del Estado –“ab intestato”, aquellas que recibe el Estado al no existir otros herederos – se añada a los fondos del 0,7% de asignación tributaria del IRPF para fines sociales.

La regulación de las herencias abintestato, recogida en el Código Civil y que no se había modificado desde el siglo XIX, asignaba dos terceras partes de la herencia a instituciones municipales y provinciales "de beneficencia, instrucción, acción social o profesionales" del domicilio del fallecido.

Ahora, estos organismos sólo recogerán una tercera parte de la herencia y las otras dos se destinarán a los fondos del IRPF para fines sociales.